Llueve, hace mal tiempo, nuestro trabajo no nos permite entrenar fuera y un largo etc de frases que son muy comunes entre los usuarios de la bicicleta.
Entonces muchos de nosotros no tenemos más remedio, que subir la bicicleta al “potro de tortura”, poner la toalla encima del manillar y ponernos frente a la tele o enchufarnos el MP3.
Pero claro, después de un largo día de trabajo, cansado, con el ánimo incondicional de la familia diciendo “¿Ahora te vas a poner a entrenar?, ¿No hay otro sitio donde ponerte con el rodillo? Etc,etc…. Hay que tener fuerza de voluntad y unas ganas enormes de entrenar; aunque a los que amamos este deporte, solemos poner en práctica ese refrán de “sarna con gusto, no pica”.
Para todos esos “ciclistas de salón” aquí os dejamos algunos consejos, para hacer algo más ameno nuestra cita con el rodillo.
Utiliza un sitio adecuado y ventilado
Es muy importante que cuando nos subamos en el
rodillo, lo hagamos en un lugar donde haya corriente de aire, ventana o en su defecto si la habitación no tiene ventanas, coloca algún ventilador
que mueva el aire, ya que una habitación poco ventilada, nos hará tener sensación de agobio y sudar en exceso.
Otra cosa a tener en cuenta es la ropa que utilicemos, se te vaya a ocurrir ponerte la térmica! Utiliza ropa transpirable, como una camiseta interior y un culote corto.
Estar bien hidratados, requisito indispensable
Cuando hacemos entrenamientos en rodillo, tienes que tener en cuenta que por norma general
sudamos en exceso ya que la ventilación no es la misma que en la calle y nuestro cuerpo genera más calor de lo normal. Por lo cual, nuestra pérdida de líquido es mayor y esto conlleva una
pérdida de sales minerales considerable.
Normalmente cometemos el error de pensar que a mayor sudoración, mayor pérdida de grasa…. ERROR! El sudor es agua y sales de nuestro cuerpo, por lo cual lo ideal es que bebamos constantemente cada 10-15 minutos y combinemos agua con algún tipo de bebida isotónica que nos reponga de las sales minerales y los electrolitos perdidos.
Llevo 10 minutos y ya estoy aburrido!
Aquí hay miles de mitos, consejos y diversidad de opiniones. Poner la música que nos motiva, ver tutoriales en Youtube, verte una película o una mítica etapa del Tour de Francia. Cualquier cosa vale con tal de que se nos haga el entrenamiento algo más ameno.
Si encima eres de los privilegiados, que cuentas con un rodillo interactivo y tienes la posibilidad de programarte etapas y recorridos, lo tienes mucho más fácil para completar tus entrenamientos sin que se te haga eterno.
El sudor ya se sabe que es muy corrosivo y con el paso de los días, puede afectar a alguna pieza de tu bicicleta, e incluso al suelo donde habitualmente practicas, además es incómodo cuando sudas mucho y se te mete en los ojos, así que una pequeña toallita en el manillar nos ayudará a estar secos.
El tipo de rodillo
El rodillo más mítico y el hace que rodar en el sea más parecido a ir en carretera, es el comúnmente conocido como el rodillo de tres rulos. Este es un rodillo que viene muy bien para coger agilidad, ya que debemos estar mucho más concentrados a la hora de rodar en el, para no salirnos del rodillo. Un truco, quita un poco de presión a las ruedas y fija tu mirada al frente, así te será más fácil rodar en el. El inconveniente de este rodillo, es que, al no tener regulador de potencia, nos limita mucho a la hora de realizar series de fuerza.
Sería imposible detallar uno a uno la cantidad de rodillos que existen en el mercado, ya que hay miles: magnéticos, hidráulicos, eólicos, eléctricos…. Pero cualquiera es válido para cumplir nuestros entrenamientos, series o un simple rodaje suave.
El inconveniente de los rodillos es que suelen hacer mucho ruido e igual a tu vecino, le hace menos ilusión que a ti que entrenes.
Cómo y cuándo hacer rodillo
Si eres de los que no te cuesta madrugar y puedes hacer el
rodillo antes de desayunar. Te vendrá genial para perder esa grasa que nos sobra con más
facilidad, además de acostumbrar al músculo a utilizarlas con mayor facilidad. Otro buen aspecto es que, después de una buena sesión de rodillo en ayunas, te encontrarás mucho más activo durante el
día y con la sensación del trabajo hecho.
Otra buena opción es hacer una sesión por la mañana y otra por la tarde. Además de incrementar el tiempo de entrenamiento, también mejoramos el metabolismo, haciéndolo trabajar durante más tiempo y quemando más calorías. Por otro lado no nos costará tanto hacer 2h de entrenamiento si lo partimos en dos sesiones.
Con los entrenamientos en rodillo, ganaremos facilidad de pedaleo y una pedalada mucho más redonda.
Una sesión de entrenamiento en rodillo debe estar enfocada al momento de la temporada en el
que nos encontremos, es decir, es tontería matarnos a series en periodo invernal si aún quedan meses para nuestros objetivos. Lo ideal es que comencemos con sesiones de 45 minutos de rodaje con
cadencia, para ir acondicionando la musculatura e ir incrementando el tiempo y la intensidad conforme se vayan acercando nuestros objetivos del año. Es cierto que los rodajes en rodillo son
aburridos, pero en periodos de series e intervalos, si tenemos un buen plan de entrenamiento diseñado, se nos hará mucho más ameno el entrenamiento.
Está claro, que no vamos a llegar a las maratonianas sesiones de entrenamiento que realizamos en carretera, pero con una buena ventilación, hidratación y motivación, seremos capaces de hacer la sesión tan larga como queramos.
Otra dato importante es hacer siempre 10-15 minutos de calentamiento y otros 10 minutos al final de soltar la musculatura.
Con estos pequeños consejos, esperamos que os haya sido de ayuda a la hora de decidiros a empezar vuestros entrenamientos en rodillo.